Me encantan los libros antiguos. Alguien que lo sabía me ha regalado esta pequeña joya, impresa en Barcelona en 1821, y escrita en una suerte de castellano antiguo que hace difícil su lectura -para qué vamos a engañarnos- pero que trae al presente un pedacito de la vida y las costumbres del siglo XIX.
No hay comentarios :
Publicar un comentario